Pocas veces me animo con la ciencia ficción, pero cuando alguien en cuyo criterio confías te hace una recomendación... ¿cómo decir no? La Reina Lectora me puso los dientes largos en esta reseña, y me captó rápidamente con su propuesta de lectura conjunta.
Y así... casi de un día para otro me vi abordo de Amarilia rumbo a El cuento de Dione
Viajamos en la unidad setenta y nueve del bloque octavo de nuestro periplo espacial. Astrid se desliza con suavidad, impulsada por la brisa constante de la inercia. Apenas dispongo de un margen de cuatro horas para decidir si altero el trazado y freno antes de lo programado para ver qué sorpresa esconde la llamada de socorro.La inteligencia de la nave sugiere la posibilidad de un beneficio. He consultado el asunto con el señor Yexe, nuestro particular cliente, y no ha puesto pegas. Me parece un hombre con sentido común, más complaciente que el resto de mi tripulación.El ingeniero Sven argumenta que la maniobra consumirá nuestras reservas de combustible. En cuanto a Tólik, el guardaespaldas que contraté en el espaciopuerto de Vogt, no está dispuesto a perder una semana aburriéndose en mi cascarón, a no ser que le deje echar un par de polvos conmigo…“El cuento de Dione” nos ofrece un camino a la eternidad; la ciencia y la religión confrontadas en la búsqueda del ser humano inmortal. Descubre los secretos que esconde.
Echarle un ojo en papel y en digital
El espacio, una ambientación maravillosa a la par que misteriosa para el común de los mortales. Sabemos algo del universo (¡queda tanto por descubrir!) pero pocos son los elegidos cuyos ojos se lo topan cara a cara. ¿Cómo os lo imagináis? ¿Qué sensaciones despertará observarlo de cerca? No somos nadie, un puntito microscópico dentro de algo inconmensurable.
En fin, que a tenor de esta novela de David Calleja de la que aún llevo pocos capítulos pero que ha sabido enredarme, os dejo un retal galáctico de mi autoría ;-)
Ingrávido sobre la oscuridad de una noche eterna, era incapaz de apartar mis ojos de aquel resplandor maravillosamente blanco del que aún me separaban incontables kilómetros, pero ya estaba cerca, muy cerca.
Había salido de la nave para realizar trabajos en el casco, pero en ese instante nada de eso importaba, estaba obnubilado. La ausencia de gravedad me hacía sentir ligero y sé que, aunque Newton no me hubiera echado un cable, apenas habría sido consciente de los más de cien kilos que llevaba encima.
Oscuridad y resplandor, un cuadro en blanco y negro perfecto. Silencio. El silencio. Sólo roto por el sonido de mi respiración cada vez más agitada dentro de la escafandra.
Hola Anuca. Me encanta el nombre que le has puesto a tu nave 😍😍😍😍
ResponderEliminarBesitos
Gracias!
EliminarBesitos
Hola bonita,
ResponderEliminarme encanta tu pequeño texto. Qué buena descripción en unas cuantas líneas con toquecito romántico :)
Un abrazo,
Eva.
Muchas gracias, Eva.
EliminarUn besin
La ciencia ficción me encanta pero nunca he leído ese género siempre lo he visto en películas o series. La verdad es que el libro tiene muy buena pinta. Siempre he pensado que viajar al espacio debe ser algo espectacular, ver el universo con tus propios ojos debe ser precioso a la vez que aterrador, porque me sentiría muy pequeña y he visto la suficiente cantidad de pelis para saber que las cosas pueden ir mal xDDD
ResponderEliminarTu texto me ha gustado mucho, no esperaba ese final tan romántico ♥
Pues anímate con el género literario, es fácil que te guste si eres asidua en otros ámbitos.
EliminarMe alegro de que te haya gustado el texto.
Un besin
Hola, Anuca:
ResponderEliminarA priori no me llama excesivamente la atención, pero leeré atentamente tu reseña para decidirme.
Un saludo imaginativo...
Patt
¡Hola, Anuca ^-^!
ResponderEliminarQué texto tan bonito, me ha encantado que el final sea tan romántico.
Estoy disfrutando un montón con la lectura de El cuento de Dione porque es tan interesante que me cuesta parar de leer jajaja :)
Un beso enorme :D