«Si sueñas, quizá no despiertes jamás»
En un reino al borde de la guerra los destinos de un futuro rey
y un esclavo que no se conocen parecen estar irremediablemente unidos.

Al mismo tiempo deberá lidiar con los nobles que esperan la muerte del rey Tearate para hacerse con la corona, una horda invasora y sus propios fantasmas interiores.
Ajeno a ello, Kal, un hombre esclavizado por su capacidad para encauzar una antigua magia llamada Shah, pugna por liberarse de las cadenas que lo someten a la mujer que obtiene de él su poder: su Melliza.
Pese a sus enormes diferencias, el futuro rey y el esclavo descubrirán que existe entre ellos una unión, y que es mucho más profunda de lo que ambos suponen.
576 páginas
Editorial Minotauro
Rústica con solapas
ISBN: 978-84-450-0079-3
Lengua: Castellano
En él encontrarás TODA la información que precisas para conocer
perfectamente ese mundo en el que Virginia va a sumergirte.
Ya me habéis leído escribir más
veces que no suelo arroparme con prendas de fantasía, pero aún así, incitada
por un club de lectura, me animé a enredarme entre los hilos de El sueño de los muertos. ¿Resultado? Ha sido
una lectura que sencillamente me ha encantado. Una novela que me ha entregado a
las elucubraciones renacentistas convirtiéndome por unos días en un Calderón
inquieto: ¿soñamos lo que vivimos y es lo que vivimos nada más que un sueño? ¿En
qué momento nos abraza Morfeo para alejarnos de la realidad?, ¿o acaso es él el
que nos entrega a ella? ¿Podemos vivir soñando y lo que soñamos ser vida?
Sí, lo sé, ahora mismo os estaréis
preguntando de qué narices estoy hablando pero no esperéis que os aclare mis
palabras porque entonces acabaría con la magia, me cargaría en un pispás otro
de los encantos de la novela y el porqué del título de la misma.
El sueño de los muertos va desarrollando varias subtramas a través
de capítulos, unos muy cortos otros más largos, que se dedican por
independiente a cada una de ellas. Por un lado tenemos a Danekal, heredero al
trono de Novana, que está tratando de averiguar quién puede estar al frente del
atentado que amenaza con acabar con la vida de su padre. Por otro
lado tenemos a Vantar, líder de unos fanáticos religiosos que están iniciando
una guerra contra aquellos que al no seguir sus convicciones considera enemigos. Y finalmente, Kal y Dila: él dominado por ella y obligado a
proporcionarle una antigua magia a través de la cual ella logra todo el poder
que necesita. Todas estas subtramas se van desarrollando poco a poco hasta lograr
entrelazarse, hasta conseguir construir una historia a partir de todas las
pequeñas.
Ambientada en el continente de
Ridia, aunque los lugares citados (todos representados en un mapa que adjunta
la novela) han surgido de la imaginación de la autora, resulta muy sencillo
viajar por ellos, más que por las decripciones (escasas) por sus lugareños y la
cultura concreta que los define. En El sueño de los muertos podrás perderte
en las cortes reales de Novana o Phanobia, tatuarte y cubrirte con pieles al más
puro estilo de Hongarre, o adorar el poder que ostentan las mujeres en Dröstik.
Las descripciones son escasas y
la mayoría empleadas en la ambientación lo que, en mi opinión, agiliza bastante
la lectura. Los personajes se dibujan en tu mente más por sus comportamientos o
intervenciones que por una secuencia de adjetivos hilvanados para tal fin. Y es
que los diálogos son geniales, muy alejados de las fórmulas y corsés de las
historias de época echan mano de cualquier palabra malsonante o frase poco
apropiada para depende de qué situación y condición de los hablantes. En más de
una ocasión me he reído abiertamente reviviendo los toma y daca de nuestros
protagonistas. Sí, El sueño de los
muertos me ha robado más de una sonrisa, pero también el aliento en más de
una ocasión. Durante la lectura os toparéis con momentos que os pondrán los
pelos de punta y llevaréis sorpresas que harán que olvidéis cómo cerrar la boca.
¿Un consejo llegados a este punto? No os encariñéis con ningún personaje, cualquiera
puede estar en peligro bajo la aguja de Virginia Pérez de la Puente.
Como ya os comentaba
anteriormente, las subtramas irán entrelazándose y todo cobrará sentido. ¿Todo,
todo? Bueno, todo, todo, tal vez no. Nos vamos a encontrar con alguna que otra
cosa sujeta a la interpretación del lector pero que en mi opinión no empaña
para nada el desenlace (¿acaso en la vida todo tiene una respuesta clara,
objetiva y absoluta?) sino que te deja
con ganas de más (Virginia, ¡vuelve a Ridia prontito!).
En definitiva, aunque nos
presenta un mapa para situarnos y un apéndice con un listado de personajes al más
puro estilo Juego de tronos, no voy a
establecer similitudes de otro tipo porque estamos ante dos autores diferentes,
de culturas distintas y, en mi opinión, de estilos bastante lejanos; pero si
habéis disfrutado con ese tipo de historias os animo a sumergiros en este
entramado español. Y a los que habitualmente no os arriesgáis con este género…
¡perded el miedo! Yo me he liado la manta a la cabeza y no me arrepiento en
absoluto.
Me ha resultado imposible
reflejar todos los retales de esta prenda que merecen la pena.
Al inicio de cada capítulo se
recoge un pequeño pasaje imaginariamente extraído de fuentes escritas de Ridia
(Historia y costumbres de Ridia, Política
moderna, Naturaleza del hombre, De la Vida y la Verdad…) pasajes que ha
sido todo un gusto leer.
Os dejo alguno que otro para que
os hagáis una idea:
«Es la Öiyya, la Portadora de Öi,
la más temida de entre las mujeres de este mundo. Y, sin embargo, ¡cuán suaves
son sus manos cuando toma las nuestras para conducirnos a la Otra Orilla! La
Dama de las Sombras, la llaman algunos. Y ¿no prefieren los hombres encontrarse
con su damas en la penumbra de la noche? Igual que la canción de la Muerte es
el arrullo de una madre, las manos de la Öiyya en las nuestras son la caricia
de una amante»
Reflexiones de una öiyin
«Los filósofos tilhianos
proclaman el poder de las palabras. Un poder que, aseguran, es muy superior al
de cualquier espada, por templada que sea su hoja, por contante que sea su
filo. Aunque nos riamos de las extrañas ideas de esos filósofos, no perdamos de
vista una verdad fundamental: con palabras nos entendemos, con palabras damos órdenes
o hacemos peticiones, y con palabras mentimos»
Enciclopedia del Mundo: Comentarios
¿ Conocíais a esta autora?
¿Os llama la novela?
Soy toda ojos para leeros^^
Pues no conocía la novela, ni a la autora pero yo soy como inicias: no me suelo arropar de fantasíay en los casos que me he decidido ha sido por prescripción bloguera con buenos resultados :) Esas preguntas iniciales que aluden a Claderón y Morfeo me dejan sonriente e intrigada. Un reseña estupenda. Lo tengo en cuenta. Besos
ResponderEliminarMuchas gracias, Marilú.
EliminarA mi me ha gustado mucho y ya te digo que no es lo que acostumbro a leer. Si algún día te animas estaré encantada de conocer tu opinión ;)
Un besin^^
Ni la autora ni el libro los conocia...pero te digo la verdad? No me llama la atencion, y sabiendo todo lo pendiente q tengo..ufff!!..y a lo mejor cambio de parecer...no se,no se...
ResponderEliminarBesitos,nos vemos
Anuca, has pensado en deshacerte de la verificacion de la palabra??
Si es que la lista de pendientes parece que nunca se termina ¿verdad?^^
EliminarNo me lo había planteado pero...¿sabes qué? ahora mismo lo quito ;)
Un besin
Esta no es para mí, estoy segura.
ResponderEliminarMuchas gracias por pasarte, Albanta^^
EliminarUn besin
¡¡Hola Anuca!!
ResponderEliminarGracias por tu reseña, no conocía esta autora ni su obra, como no es un género que suela leer, quizá para el verano que tengo más tiempo libre y leo cosas diferentes.
Besos y buen fin de semana.