La
Taberna de Cato es el punto de reunión de la gente del pueblo. Día tras día su
dueño, de corazón noble, sirve el vino y escucha las venturas y desventuras de
sus clientes y amigos con devoción y cariño. Un día, recibe la visita de un
extraño que, sabiéndole la persona perfecta, le encomienda una misión a cambio de retrasar su muerte hasta el momento en que se dé por cumplida. A partir de entonces, la taberna pasará a convertirse en un anticuario en el que los objetos no son lo que parecen, y Cato dejará de servir “pintas” para transformarse en la mano derecha del… ¿destino?, ¿de algún emisario de Dios o él mismo en persona? ¿Quién era ese foráneo?
«—Sean los favorecidos por mí, los que gustan de llamarme por el
nombre de suerte,
otros prefieren atribuirse parte del mérito,
refiriéndose
estos a mis actos como lo ya escrito y en caso de encontrarse en algún lugar,
quién ha sido el escribiente de lo que ellos llaman destino.
Los hay, porque ha
de haber de todo, que creen en mí y hacen de tal credo, religión,
aguardando
recostados en su vagancia el día que he de iluminarles y contrario a esto,
los
hay que no me creen más que mera coincidencia,
estar en el lugar correcto a la
hora debida”»
¿Será Cato capaz de realizar su cometido?
«Cato se entregó con noble candidez a las efervescencias de su
mente,
pues colmado de agradecimiento por la elección de su persona para tan
principal labor
y ante la desazón que conlleva toda actividad que se ha de
realizar por primera vez,
su viejo corazón latía al ritmo que le marcaba el
desconcierto»
LA
TRASTIENDA DEL ANTICUARIO ha sido ante todo y sobre todo una muestra de que
aún, hoy en día, se pueden encontrar agujas que bordan a imagen y semejanza de
los clásicos de nuestra literatura. Sumergirme en su lectura ha sido
impregnarme de un regusto a prosa castellana de otro tiempo y no puedo más que
felicitar a Carmen Fernández del Barrio por ello. “Coser” siempre es complicado, pero hacerlo cuidando de tal manera la estética de las puntadas la armonía de
los colores… lo es aún más.
Desconocía el estilo en el que
estaba escrita esta historia así que la sorpresa me la llevé ya en el primer
párrafo. Aún tratándose de una novela corta, he tardado un poquito más en leerla, y no porque su argumento no me resultara entretenido sino por lo poco
acostumbrados que al final estamos la mayoría de los lectores a que uno de los
atractivos de una novela sea, independientemente de su temática, la forma en
que están tejidas las palabras que la contienen. Para que os hagáis una idea de a lo que me estoy refiriendo,
los “retales” que os propongo hablarán por sí solos.
Pero si es imposible reseñar LA TRASTIENDA DEL ANTICUARIO sin hacer
alusión a su prosa, para mí también lo es no hablaros de Cato. Nuestro
protagonista despierta tanta ternura que no puedo más que destacarlo como uno
de esos personajes al que acompañas con gusto a través de las páginas del
libro, y también de esos por los que debido al cariño que te roban descargas alguna
lagrimilla. Representa la humanidad, la solidaridad, el compromiso... todos los calificativos que puede atesorar un buen hombre.
En definitiva...
Una presentación de nuestros hombres clave (Cato y el extraño que le
visita), cuatro objetos, cuatros historias y un desenlace. Todo ello ambientado
en Guadix, provincia de Granada. Y no, esta no es una novela de acción
trepidante y enigmas complejos. No busquéis nada de todo lo que parece estar
en primera línea del escaparate actualmente, sólo disfrutad de la humanidad que
despiertan sus personajes y también de la maldad... codicia... ambición... que desbordan otros, así como del pequeño viaje al pasado que nos regala la que bajo mi punto de vista tiene una maravillosa forma de escribir: Carmen Fernández del Barrio.
«El cielo de la noche, se vio
cubierto de imprevistas nubes que nada hubiese hecho adivinar su ahora
presencia durante el despejado y soleado día, tan densas eran que apenas se
acertaba a creer que pudiese haber una cúpula estrellada tras ellas»
*
«—Haríamos mal creyendo todo lo que nos
quiera contar, no es más culpable el autor que miente que el lector que toma
sus mentiras como legítimas verdades»
*
«Los cúmulos
que cubrían el cielo parecían estar imitando las mejillas arreboladas de una
enamorada doncella, pues se dejaron tintar por los reflejos ardientes que el
astro rey dejaba tras de sí en su lánguido adiós; irradiándose a su vez la
estación de La Calahorra del cálido grana que parecía estar acariciándola. Los
campos de trigo, cual mar de fuego, encrestado en olas mansas ante las
zalamerías de la brisa, mostrando sus espigas, como pulcras lenguas de fuego
que ardían emulando el fulgor rojizo y exaltado de las cúspides de Sierra
Nevada»
*
«No te pierdas en buscar explicaciones, que
han de llegar sin el quebranto de la razón»
LA TRASTIENDA DEL ANTICUARIO
Carmen Fernández del Barrio
¿CÓMO CONSEGUIR EL LIBRO?
Muchísimas gracias a Carmen Fernández del Barrio por hacerme llegar su novela
Tú reseña me ha llamado la atención, me gustan los libros sentimentales que te hacen encoger la piel o que disfrutes serenamente con los pensamientos del protagonista;
ResponderEliminarPero hay algo que me hace tener una pequeña duda y es que no sé si sabría entender la prosa (más bien el lenguaje)del que dices nos habla en el libro.
Gracias por descubrirnos novelas originales y "diferentes".
Besitos
Es lo más peculiar de la novela: el lenguaje. Y él será el que enamore a muchos lectores pero también el que los aleje =D.
EliminarMuchísimas gracias por pasarte, Susana.
Un besote
No conocía para nada esta novela y mucho menos a la autora, pero con tu reseña y la forma de elogiar a la autora me está llamando bastante la atención este libro. Esto no significa que me vaya a gustar, ya que la prosa algunas veces se me atasca un poco.
ResponderEliminarBesitos ^^
Por supuesto que no significa que te vaya a gustar!! =D Mi opinión no sienta cátedra, es el humilde punto de vista de esta lectora que suscribe ;)
EliminarUn besito y muchísimas gracias por pasarte, Paqui!!!
Una buena reseña que ha hecho que me interese por esta novela. Me deja intrigado.
ResponderEliminarBuscaré un hueco para ella.
Un beso.
Muchísimas gracias, Enzo! Me alegro muchísimo de que te haya gustado.
EliminarUn besin
Suena muy bien....
ResponderEliminarMuchísimas gracias por pasarte y por leerme, Albanta.
EliminarUn besito
Que mi novela forme parte de tu blog, es todo un honor y sobre todo, tratándose de una reseña tan bonita. Me alegra saber que te ha gustado y conocer tu valoración de la narrativa, ya que es algo que llama poderosamente la atención de todos los lectores. Mil gracias por todo!!!!!
ResponderEliminarMil gracias a ti por tu confianza y por hacerme disfrutar con tu novela!! =D
EliminarUn besito
Que buena pinta tiene y tu reseña fantastica, me encantan las historias que atrapan como parece que sucede en este libro, un beso y felicidades a la escritora.
ResponderEliminarMuchas gracias Rocío *.*
EliminarEsta reseña expresa exactamente lo que sentí cuando leí la novela de Carmen. Escribir una novela, ya resulta difícil; escribir una novela plagada de riqueza literaria y que nos recuerde a los maestros de pasado, sólo lo hacen unos pocos.
ResponderEliminarGuillermo Blanes
No sabes la alegría que me dan tus palabras. Que te hayas sentido identificado con la reseña es todo un lujo para mí.
EliminarEstoy totalmente de acuerdo contigo.
Muchísimas gracias por pasarte, estás en tu casa.
Un abrazo